Blogia
Treintañera con complejos

Tierra, trágame

Iba a ir al cine, sí con él, a ver a Tom Cruise haciendo de malo, pero, solo sabe el destino por qué doblamos la esquina y por qué allí estaba mi hermana, y lo que es muuuuucho peor: mi sobrina (¿POR QUÉ? ¿Por qué estaba mi sobrina y no mi sobrino, que pasa del tema si le compras unos gusanitos y no me recordará de por vida que “Tia Cammy tiene novio?”) . Tras unos eternos 5 segundos de silencio/shock (bola del oeste incluida), me dio la cabeza para decir "Hola" y fingir alegría al ver a mi sobrina que, por supuesto, ya había preguntando quién era ese (véase su menudo dedo señalando hacía mi acompañante).
Mi hermana ya sabe desde hace tiempo que tengo una relación, pero no pretendía hacer presentaciones por el momento. No por nada especial, sino porque tiene una especie de complot con mi madre para despotricar acerca de mi vida, según ellas, bastante “frenética”. Consecuencias de ver “Salsa Rosa”, supongo... Mi madre, se supone, que no sabe nada, pero durante los mencionados 5 segundos me di cuenta de que este encuentro le da total libertad a mi hermana para informar a mi madre de todos los datos posibles (que para una madre NUNCA serán suficientes) Resignación, me digo...
Tras un par de “qué tal”, presentaciones varias, que mi sobrina le saque los colores a él, mi hermana se lanza.
Hermana inoportuna: ¿Queréis ir a tomar algo?
Yo: (¡NO! VAMOS A VER A TOM) : Ehmm... Bueno... íbamos al cine... (Mirada de “por-favor-di-que-no” al chico de mofletes rojos)
Chico de mofletes rojos (ignorando la mirada): Por mi sí, podemos ir a la siguiente sesión ¿no? (Vale vale... Ponte de su parte)
Hermana inoportuna: Genial (sonrisa triunfal de perra), tengo que ir a dejar a la niña con mi suegra (Cojonudo, la suegra de mi hermana informada de que “Tia Cammy tiene novio”) ¿Quedamos en 20 minutos? ¿A dónde queréis ir? (Yo a la mierda lo más cerca, gracias)
Los 20 minutos fueron eternos, los gaste reprimiéndome gritarle que decirle sí fue un error (pobre ignorante, no sabía lo que le esperaba), y le intenté explicar como evitar las preguntas excesivamente personales que mi hermana traerá en la cabeza, que nos llevaba 20 minutos de ventaja y apuesto un brazo que una llamada a mi madre para contrastar informaciones, ruegos y preguntas, pero se lo tomó a risa. Segundo error en media hora, joven padawan.
Tras evitar pedir un chupito de pacharan o en su defecto cualquier cosa con 200º de alcohol que me hiciese creer que aquella situación no estaba ocurriendo, mi hermana empezó con una retahíla de preguntas que, no os voy a engañar, él supo contestar perfectamente. Sé que se cayeron bien, e incluso al final me alegraba de haberme encontrado con esta situación (a no ser por mi sobrina, que me amargará hasta el día de mi muerte). Lo malo es que nos quedamos sin ver a Tom y lo que es mucho peor (aunque no lo creáis hay cosas peores que no ver a Tom), mi madre ya ha llamado dos veces y no he tenido agallas de cogérselo, por lo que me espera...

4 comentarios

fernando -

Me sumo a los comentarios anteriores. Pero creo que tuviste suerte: la suspicacia fraterna nunca puede competir con la candorosa curiosidad de una sobrina. ;-)

Susana -

Jajaja, yo también me he reido mucho con este post, lo siento Cammy, pero "las desgracias" ajenas son muy divertidas.

Por cierto, sabes que tarde o temprano tendrás que cogerle el teléfono a tu madre ¿verdad? :-)
Besos

Cammy -

Muchas gracias Maribel :D
Hablo de "Collateral"

Maribel -

jejeje...bueno, algún día tenía que pasar! Me he reido mucho, me encanta como escribes.
¿De qué película hablas?