Aquellas pachangas al tute...
Hoy estaba yo currando, pero de verdad, no echando una partidilla ni divagando de blog en blog, y decidí tomarme un respiro y un café.
Entré a la sala de la "máquina" del café (y digo "máquina" porque tenemos cafetera, la máquina la retiramos por lo mal que nos sabía a tod@s su café), dónde tenemos una mesa porque en todo periódico hay momentos cafetería (sí, esos momentos en los que necesitas poner a parir a alguien/algo tomándote algo), y me encuentro una timba de tute en toda regla.
Visto que eran las 12 de la mañana y yo era la única que tenia pinta de haber currado algo, pues en un principió ese temperamento mañanero que una tiene, sé lo toma a mal, pero luego me entró la añoranza por los años de la universidad.
Porque mis dos primeros años de universidad los pasé jugando al tute en la cafetería, montábamos verdaderas pachangas, con público y todo, e incluso más de una vez, con profesor incluido (es que había mucho colegueo con el que nos daba fotografía). Había gente verdaderamente adicta, de momento no he caído en la redacción, solo como mera espectadora, pero si se da otra vez la ocasión... Espero saber contenerme, todo sea por mi sueldo.
Entré a la sala de la "máquina" del café (y digo "máquina" porque tenemos cafetera, la máquina la retiramos por lo mal que nos sabía a tod@s su café), dónde tenemos una mesa porque en todo periódico hay momentos cafetería (sí, esos momentos en los que necesitas poner a parir a alguien/algo tomándote algo), y me encuentro una timba de tute en toda regla.
Visto que eran las 12 de la mañana y yo era la única que tenia pinta de haber currado algo, pues en un principió ese temperamento mañanero que una tiene, sé lo toma a mal, pero luego me entró la añoranza por los años de la universidad.
Porque mis dos primeros años de universidad los pasé jugando al tute en la cafetería, montábamos verdaderas pachangas, con público y todo, e incluso más de una vez, con profesor incluido (es que había mucho colegueo con el que nos daba fotografía). Había gente verdaderamente adicta, de momento no he caído en la redacción, solo como mera espectadora, pero si se da otra vez la ocasión... Espero saber contenerme, todo sea por mi sueldo.
5 comentarios
el del quinto -
Iván -
Creía que yo era una especie en extinción.
Besos!
Art_Alegoria -
Cuando es posible, reivindico la sana evasión psíquica que produce el tomar ese café fuera de las instalaciones : es como fomentar esa vena ácrata que todos atesoramos ....
***
Susana -
Luego cuando empecé a la universidad, la cafetería estaba llena de carteles que decían "terminantemente prohibido jugar a las cartas", así que no quedaba más remedio que ir a la facultad de enfrente preo claro, como perdías más tiempo en ir y venir que en jugar.... empezó a darnos pereza y dejamos de jugar.
Zäpp -