Pillados
Después de terminar mi carrera en la Complutense de Madrid, gracias a una amiga, estuve trabajando en un periódico de la sierra durante 6 meses, fue una especie de periodo de transición antes de irme a Londres, que era donde realmente me apetecía trabajar.
Tengo muy buenos recuerdos de esa etapa, fue cuando comencé a descubrir como funcionaba realmente una redacción, el trafico de la información dentro de los medios de comunicación y demás historias. Mi jefa era una chica de unos 30 años muy maja, no daba el aspecto típico de redactora jefe, era como una más dentro de la redacción: iba a ruedas de prensa, salía a cubrir las noticias a pie de calle, bromeaba sobre lo bueno que estaba el chico nuevo de la sección de política, etc.
Aquel día recuerdo perfectamente que venia de una presentación de nuevas obras dentro del Museo Thyssen, hacía un frió de morirse, y al abrir la puerta del baño de chicas, vi como mi jefa y el dueño del periódico (que estaba felizmente casado) se calentaban mutuamente, es decir, que los pillé en pleno acto. Estuve paralizada mirando la escena cosa de 10 segundos, hasta que me tuve que ir del ataque de risa que me dio. Nunca supe si mi jefa consiguió el trabajo por su master en comunicación o por su trabajo en los despachos, pero me ha dado una buenísima anécdota que contar durante años.
Tengo muy buenos recuerdos de esa etapa, fue cuando comencé a descubrir como funcionaba realmente una redacción, el trafico de la información dentro de los medios de comunicación y demás historias. Mi jefa era una chica de unos 30 años muy maja, no daba el aspecto típico de redactora jefe, era como una más dentro de la redacción: iba a ruedas de prensa, salía a cubrir las noticias a pie de calle, bromeaba sobre lo bueno que estaba el chico nuevo de la sección de política, etc.
Aquel día recuerdo perfectamente que venia de una presentación de nuevas obras dentro del Museo Thyssen, hacía un frió de morirse, y al abrir la puerta del baño de chicas, vi como mi jefa y el dueño del periódico (que estaba felizmente casado) se calentaban mutuamente, es decir, que los pillé en pleno acto. Estuve paralizada mirando la escena cosa de 10 segundos, hasta que me tuve que ir del ataque de risa que me dio. Nunca supe si mi jefa consiguió el trabajo por su master en comunicación o por su trabajo en los despachos, pero me ha dado una buenísima anécdota que contar durante años.
1 comentario
Iván -
No sé si ir a Gijón aún, es q mis amigos de Galicia dicen q les está lloviendo... bueno según me dé, pero gracias por el parte meteorológico. Besos!